Cómo elegir el nombre de tu marca
Decidir el nombre de tu marca es algo que requiere tiempo y reflexión, puesto que va a significar la manera con la que el público se referirá a nosotros, y podrá provocar en ellos infinidad de sensaciones, desde llamar la atención, sugerir seriedad, confianza, ser fácil o no de recordar, etc.
Para ello, os damos unos consejos para conseguir la mayor efectividad en la elección del nombre.
En primer lugar, conocer con exactitud lo que queremos conseguir con el nombre.
Es importante tener las ideas claras a la hora de elegir un buen nombre, es decir ¿qué buscas?, ¿simpleza, que sea corporativo, que infunda confianza,…? El nombre es el elemento clave para diferenciarnos tanto en el mercado como de la competencia.
En segundo lugar, no limitarse pero tampoco generalizar.
¿Qué quiere decir esto? Simplemente hay que tener muy en cuenta que el hecho de elegir un nombre muy concreto para una marca puede acabar por limitar la posible expansión futura de ésta, pero tampoco debemos olvidar que un nombre muy genérico no significa nada para quien lo escucha por primera vez. Lo más adecuado es hacer referencia a algo relacionado con la empresa o la industria en la que trabaja, por ejemplo.
Otra pauta, ser atractivos.
Ser atractivos en dos sentidos; visualmente y verbalmente. ¿Cómo? En primer lugar, que su pronunciación sea clara y no haga al cliente tener que investigar cómo se pronuncia adecuadamente. Esto facilitará que hablen de nosotros y lo recomienden.
En segundo lugar, su diseño también deberá ser atractivo para el ojo ya que es importante para concebir la identidad de marca.
Por último, asegura su registro.
No está de más realizar una pequeña investigación para asegurar que nadie haya escogido ese nombre antes.
Redacción: María Friera