¡YA LO TENGO?
Imagínate que te encargan la creatividad de un anuncio. Se trata de promocionar un libro que precisamente habla de eso, de cómo crear mensajes y contenidos de marca. Ni habiendo escrito 240 páginas sobre ello se me presenta como una tarea sencilla. De momento, hay que preguntarse qué decir y eso, en muchas ocasiones, ya resulta complejo, por suerte, en este caso, la promesa parece evidente, lo dice el propio título. Ahora llega lo más difícil, cómo decirlo. Porque, por muy bien encuadernado que esté o porque lo haya publicado la editorial Almuzara no significa que el libro realmente enseñe o sea la solución a todas las campañas de comunicación o a todas las acciones de contenidos.
Entonces, ¿qué pongo?
Parece que hay una oportunidad que se esconde detrás de la promesa de enseñar a crear mensajes y contenidos, y es el propio valor de la creatividad. A todos nos gusta que nos sorprendan. Eso me invita a pensar que puedo intentar, incluso, hacerte sonreír con el anuncio. Me resolvería bastantes cuestiones: prestarías atención a los distintos originales, te haría creer que el libro además de enseñarte te va a entretener y, encima, yo te empezaría a caer simpático. Perfecto, y eso ¿cómo se hace? Porque claro, aquí no sirve ese mensaje de WhatsApp, donde empiezas la frase “jajaja…” y el otro contesta “jajaja, yo también”. A mí me da que, de verdad, en esas conversaciones no se ríe nadie.
Voy a probar, de todos modos. Extraigo del propio manuscrito un chascarrillo:
Vale, tiene gracia, pero aunque el libro también habla de cómo crear en general, mejor que seleccione frases divertidas referentes a la comunicación. Si no vas a pensar que es un libro de chistes. A ver qué sale empleando la ironía:
Bueno, eso está mejor. Pero siento que falta algo, así no me vas a tomar en serio. Tendré que poner alguno que no sea una broma. Porque la creatividad no es únicamente humor, es todo tipo de retórica, es innovación, es… no sé, pero desde luego te hace sentir como que vives algo nuevo. De hecho es así. Además, debo hablar de contenidos, crear titulares que inviten a imaginar una historia, a desear conocerla. Probaré nuevamente:
No sé si lo he conseguido, creo que me falta el anuncio genérico, uno que te haga sentir que a partir de ahora todo el que quiera podrá ser creativo. Quizás funcione una paradoja:
Pero igual, todavía no te parece suficiente y pienso entonces en mi primera propuesta, la que presenta este post, invitarte a intentarlo tú mismo después de leer este libro.